Los Bollos de Lunes
Es un envuelto de sal, a base de masa de maíz cocido con una consistencia media (De la familia del tamal) que, se entremezcla con algunos componentes como: zanahoria picada, alverja y arroz o arrocillo y, fundamental: una pequeña porción de carne de cerdo bien adobada; finalmente, se entrega acomodado en una hoja de plátano que, luego de ser envuelto, se lleva a la cocción en fogón de leña, para darle un toque más original. La diferencia con el tamal tradicional, es: la consistencia de la masa que, en el tamal es un poco más compacta, mientras en el bollo lunero se presenta más suelta; el tamal como el bollo, llevan componentes diferentes; adicionalmente la envoltura del “lunero”, es tipo sobre, un poco aplanado, sin amarrar con piola, pita o cabuya, sólo se mantiene con los dobleces del sobrante de la hoja en los extremos, luego de ser cubierto en su totalidad; mientras el tamal si lleva amarres con materiales de alguna fibra. EL BOLLO LUNERO, lleva su denominación, porque tradicionalmente apareció en el mercado solo los lunes, pero era requisito indispensable salir a primera hora de la mañana para poder alcanzar a probarlos, lo que quiere decir que, cerca de las ocho o nueve de la mañana, ya era imposible encontrar este manjar de masa, envuelto en hoja de plátano. Se convirtió en una tradición de restaurantes y piqueteaderos, algunos que no existen y otros que permanecen, inclusive, especializados en el tema como “Sol y Sombra”, “Mata ‘e Plátano”, “Tipicsan”, “Balconcitos” y otros de sostenida tradición; así como en algunos puestos de la Casa de Mercado, donde ya se encuentran cualquier día de la semana. Este rico plato típico, se come aderezado de manera adicional, con ají y, se acompaña con un delicioso refajo hecho con Guarapo y Kola Hipinto. No se tiene conocimiento con precisión, de cuándo inició o con quién la tradición, pero se sabe que pudo ser hacia los años sesenta del siglo pasado.